El acné es una enfermedad que aparece en forma de granitos en diversas áreas del cuerpo, especialmente el rostro. Es normal en la adolescencia, debido a los cambios hormonales, y posteriormente van desapareciendo cuando el cuerpo equilibra la emisión de andrógenos.
Sin embargo, existe una creencia popular de que tener sexo produce granitos en la cara. Teniendo los conocimientos suficientes sobre lo que sucede dentro de nuestro cuerpo, es posible llegar a entender este mito. Pero, las verdaderas razones son más profundas que eso.
Aunado a que influyen otros aspectos asociados al sexo que valen la pena conocer para sacar conclusiones al respecto. Bajo esa premisa, y con el número de personas que se preocupan sobre si produce el sexo granitos en la cara, hemos decidido crear un artículo sobre el tema.
Índice del artículo
¿Qué son los granitos en la cara y por qué surgen?
Antes de siquiera responder a la pregunta, retrocedamos un poco y analicemos qué son los granitos y por qué aparecen en nuestro rostro. Se trata de una afección cutánea, común en adolescentes y jóvenes adultos, que aparece en forma de granos inflamados.
Las causas de los granos son variadas. Sin embargo, las razones dermatológicas son: la acumulación de células muertas en la piel y el exceso de cebo en los folículos pilosos. También se debe a los cambios brucos hormonales de los andrógenos. Algo normal en adolescentes.
Los granitos tienen diversas formas. Pueden ser redondos, ovalados o una combinación de ambos. Aparecen en la espalda, pero especialmente en la cara. También se le conocen como espinillas y afectan directamente a las glándulas sebáceas mediante la inflamación.
¿Produce el sexo granitos en la cara?
Bien, con la información anterior podemos afrontar el reto de responder a la pregunta de si produce el sexo granitos en la cara. Este es un pensamiento común, como sucede con el chocolate y otros alimentos, que ha sido inflado con la llegada de Internet y la falta de información objetiva sobre el tema.
Pero, ¿de dónde surge ese pensamiento? Bueno, gran parte se debe a que, cuando se están teniendo relaciones sexuales, como chicas de compañia Marbella, la producción de hormonas, específicamente la testosterona, se dispara por el deseo sexual que sentimos en medio de plena faena sexual.
Sin embargo, como vimos anteriormente, los cambios relacionados con las hormonas andrógenos no son los únicos elementos que influyen en la producción de granitos y espinillas. También debemos tener en cuenta la producción de grasa y la obstrucción de los folículos pilosos por el exceso de grasa.
Aunado a que existen otras consideraciones, como la alimentación, el estilo de vida (el estrés en detonante de los granitos) y los tratamientos (dígase cremas para la piel) que dañan la piel. Así que, es posible que el deseo sexual aumente los niveles hormonales, pero no es un determinante individual.
¿La falta de sexo produce granitos en la cara?
Sorprendentemente, otro mito que se ha popularizado entre los jóvenes es que la falta de relaciones sexuales es un detonante de los granos en la cara. Lo cual, de buenas a primeras, y sin profundizar demasiado, es solo un mito y nada más que eso.
Pero, ¿de dónde surge ese pensamiento tan extraño? Tenemos que remitirnos a los comentarios de las redes sociales y blogs de Internet. Donde, para humillar a otros, surgen comentarios como estos. Sin embargo, no existen pruebas al respecto.
¿Qué produce granitos en la cara?
Para enriquecer el tema, y hablar objetivamente sobre las verdaderas razones de la aparición de los granitos en la cara, nombraremos un conjunto de causas que sí producen espinillas en las glándulas sebáceas.
En primer lugar, tenemos al cuidado de la piel. Cuando se encuentra seca, es el momento en que la grasa se acumula y, en consecuencia, aparecen los granitos. Para evitar esos inconvenientes, procura hidratar adecuadamente tu piel en la mañana y la noche.
En segundo lugar, el exceso o abuso de los tratamientos de belleza. Dígase maquillaje y cremas especiales para el rostro. Estos productos suelen tener químicos y sustancias que no son respetuosas y agradables para la piel. Así que procura evitar cosméticos abusivos.
En tercer lugar, el estilo de vida. El estrés es malo para todo. En serio, no hay un beneficio asociado a este espectro. Cuando nos encontramos expuesto a alta presión, inmediatamente las glándulas sebáceas producen más grasa. Lo que culmina con granitos en la cara.
En cuarto, y último punto, la limpieza. Existen individuos que no cuidan su higiene personal. Lavarse es fundamental para liberar al cuerpo de aceites, grasas y células muertas. Usar jabón en el rostro, agua y exfoliarse es esencial para mantener la cara en buen estado.
Relación del sexo y los granitos en la cama
Las relaciones sexuales sí pueden producir granitos en la cara. Pero no de la forma en que crees. Se trata de ciertos aspectos relacionados con la actividad íntima con escorts mallorca que pueden considerarse como un detonante de la enfermedad en los folículos pilosos.
Uno de ellos es el sudor que se genera por la intensidad del sexo. Aunque, antes de que te hagas otra idea equivocada: no, no es el sudor como tal. Es la acumulación de bacterias y gérmenes que se acumulan en el rostro a través el sudor.
También tenemos el contacto con el vello facial. Si este contacto de vello se produce constantemente, por leyes de la física genera fricción, que en términos normales se traduce como irritación. Aunado al contacto de células y bacterias en las zonas con vello, como la barba.
Y, finalmente, las impurezas de la sabana (que si no las lavas luego de haber culminado te encontrarás expuesto a bacterias, gérmenes y otros elementos que influyen en los granitos). Tampoco podemos irnos sin mencionar el maquillaje seco y los aceites para masaje que no siempre reacciona bien en la piel.
Conclusiones sobre si produce el sexo granitos en la cara
En conclusión, el sexo no tiene que ver, al menos directamente, con la presencia de granitos en la cara. Existen otros factores más determinantes que podrían ser el detonante de un brote de acné en el rostro. Aunque, ciertas prácticas y elementos asociados a las relaciones sexuales, sí podrían ser un factor a tener en cuenta.